viernes, 4 de diciembre de 2009

Artículo: “¿Barreras Físicas o Mentales?”

Ayer, Día Mundial de la Discapacidad, oí una entrevista en la radio a una chica discapacitada visual que había estudiado historia del arte y estaba haciendo prácticas en un museo de Málaga. En primer lugar me llamó la atención que fuera historia del arte lo que ella había estudiado, ya que me parecía que para apreciar el arte era fundamental la visión. Esa misma pregunta se la hizo la locutora y ella respondió con mucho ímpetu, que ese había sido su deseo desde siempre y que ese deseo la había llevado a superar todas las dificultades. Ella aclaró que tenía algunos restos visuales que utilizaba al máximo para poder realizar su trabajo, pero que sobre todo era la ilusión lo que la empujaba a superar los retos. ¿Es la visión la única capacidad que hay que tener para apreciar el arte?, ¿No es necesario la sensibilidad, el deseo, el amor por la belleza,… para apreciar el arte?

Después le preguntaron que cómo era su vida y ella respondió, de forma muy directa, “¡Pues, como la de cualquier jóven!, salgo a bailar, a tomar algunas copas con los amigos, algunos discapacitados y otros no, …”. Continuó hablando de su vida, con un tono de total normalidad.

Para finalizar hizo una aclaración sobre el término discapacidad, dijo que no le gustaba esa forma de llamar a las personas porque resaltaba la minusvalía y que ella prefería el término de “diversidad funcional”, que ponía el acento en la relación entre la persona con algún tipo de dificultad y el medio que la rodeaba.

Esta entrevista, que oí casualmente, mientras iba en el coche me hizo pensar en la ceguera de la sociedad en relación a las personas con algún tipo de déficit. Pensar que todavía las personas pueden tener dificultades de movilidad en la ciudad porque existen barreras arquitectónicas resulta vergonzoso. Las barreras que se encuentras las personas con diversidad funcional son barreras que les ponemos “los otros”, son las barreras mentales las que hacen que no veamos las posibilidades funcionales de estas personas y les pongamos el nombre de “Discapacitados”. ¿Acaso no somos todos discapacitados en alguna función, o en alguna actividad?

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